Mezclaremos bien las carnes picadas de ternera y de cerdo con las yemas de huevo, la sal, la pimienta, el queso parmesano, la nuez moscada y la miga de pan que previamente hemos tenido en remojo con la leche.
Formaremos las albóndigas, las pasaremos por harina y las freimos en una sartén con aceite, la mitad de la mantequilla y las hojas de salvia, hasta que estén doraditas. Las reservaremos sobre una bandeja.
En una cazuela con el resto de la mantequilla y 1 hoja de laurel, sofreiremos la salsa de tomate y 1 corteza de limón, durante unos 5 minutos, salpimentándola. Incorporaremos las albóndigas fritas, dejándolas que se mezclen los sabores, durante 5 minutos más, a fuego suave.
Nuestra selección de vinos:
Solo es una cuestión de gustos...
«Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.»
Federico Fellini.
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