Cogeremos las nueces el día de San Juan, cuando las nueces están verdes y se pueden cortar con el cuchillo.
Las cortaremos por la mitad y las introduciremos en un recipiente con el aguardiente y el azúcar. Lo taparemos con una paño de hilo, atándolo en el cuello del recipiente, para que le entre el aire.
Lo dejaremos macerar, durante 6 meses, hasta Navidad.
Lo colaremos con un colador de filtro y lo embotellaremos. Lo que quede de las nueces, se puede comer.
El aguardiente que emplearemos puede ser seco, dulce o podemos mezclar ambos, según nos guste, más o menos dulce.
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